Fecha: Del 3 al 10 de Octubre.
Ha sido este viaje proyectado con mucho tiempo de antelación y con mucha ilusión.
Un viaje de ida en el que la descompensación horaria, o jet lag, no nos afectó. Deseosos de ver las calles neoyorkinas, nos lanzamos con curiosidad infinita por comprobar en la realidad lo que tantas veces hemos visto en la pequeña y gran pantalla: luces, bullicio, edificios inmensos y multiculturalidad.
Todos los objetivos se han ido cumpliendo día a día; tanto los programados por la agencia como los programados por nosotros, de forma opcional, con el fin de aprovechar al máximo todas las tardes.
Hemos caminado, sí. Y mucho. Pero todo ha compensado.
Guardamos en la retina infinidad de imágenes imposibles de reproducir en fotografías.
Hemos disfrutado con la visita al Alto y Bajo Manhatan, la excursión de contrastes con visita al Bronx y al barrio judío, la excursión a Boston (aunque un poco lejos), Liberty Island, visita nocturna a Nueva York con una panorámica nocturna desde el río Hudson y el crucero de lujo en bateaux, donde la Estatua de la Libertad casi nos da la mano.
Sin olvidar el musical El fantasma de la Ópera o la asistencia a los cánticos de una misa goospel.
Pero no nos quedamos solo con las visitas. Algo fundamental que no podemos olvidar: la convivencia entre todo el grupo.
Y, por supuesto, destacar la valía, esmero y entrega de nuestros guías. Mª Ángeles Cantero, de viajes Halcón y Moisés, nuestro guía local en Nueva York.
Incansables los dos. Dispuestos siempre a satisfacernos y solucionar cualquier pequeño contratiempo, dedicándonos más tiempo del que les correspondía con el fin de que nadie se sintiera desamparado, sacrificando su tiempo libre para enseñarnos cuanto más mejor.
Gracias a todos, viajeros y guías, por hacer este viaje INOLVIDABLE.
Ha superado con creces mis expectativas, tiene razón Nani, no solo por el viaje sino también por el grupo. Muchas gracias