Como es ya tradicional en Agajudo, tenemos dos viajes senderistas, uno en otoño y otro en primavera. Este año hemos vuelto a Aracena donde ya estuvimos en 2017.
El viaje ha sido casi una repetición del programa pero con algunas interesantes modificaciones.
El primer día salimos temprano para tener tiempo a realizar tres actividades. Cuando llegamos y distribuimos habitaciones nos subimos al castillo y a la iglesia gótica y mudéjar de la Virgen del Mayor Dolor. Regresamos al hotel donde comimos y seguidamente nos fuimos a la Gruta de las Maravillas. Aunque la hayas visitado varias veces, siempre te sorprende. A la salida de la cueva nos fuimos al lavadero, obra de Aníbal González, donde nos esperaba Daniel y María, para hacer un pequeño paseo por La Molinilla. Rápidamente nos dimos cuenta de los conocimientos de Micología de Daniel. Bonito paseo y a una hora en la que pudimos admirar los colores del otoño.
El miércoles 20 nos fuimos a Jabugo donde comenzamos nuestra ruta por bosques de castaños para terminar en la fuente de los Doce Caños junto a la Plaza del Coso de Fuenteheridos, donde nace le río Múrtigas. Cerca de la plaza se encuentra el restaurante Biarritz, donde disfrutamos de un copioso almuerzo.
Por la tarde nos trasladamos a Almonaster la Real. Allí, en una fresquita tarde, nos esperaba José, magnífico guía que nos llevó por los sitios más singulares de este precioso pueblo, del que destaca la portada manuelina de la Iglesia de San Martín, el castillo y la mezquita, un lugar casi mágico y más a la hora dorada en la que llegamos.
El jueves 21 fue un día intenso. La ruta comenzó en el Nacimiento del Río Tinto. Si los días anteriores aprendimos micología y botánica, este día tocaba geología y también historia de esta sierra minera desde la antigüedad.
Al terminar la ruta nos acercamos al mirador de Cerro Colorado, que lo estaban cerrando en ese momento, por lo que nos fuimos a dar un pequeño paseo por el Barrio Inglés.
Almorzamos en Nerva y sin perder tiempo nos fuimos a la estación para hacer el paseo en el Tren Minero. Nos reencontramos con el río Tinto de nuevo, al cual seguimos y nos iba sorprendiendo sus diferentes colores y los restos de la maquinaria abandonada de las minas.
Finalmente visitamos el Museo Minero donde se conservan maquinaria, minerales, la reproducción de una mina romana con sus norias y documentos muy interesantes. Tuvimos que acortar la visita porque el museo cerraba y nosotros teníamos que volver a Aracena.
El último día lo comenzamos en el mirador de Arias Montano, otro lugar mágico de esta sierra. Pudimos visitar la ermita y disfrutar del paisaje que se divisa desde allí arriba. En la fuente Salvador nos explicó magníficamente cómo se había formado esta roca y como somos un poco “jartibles” Daniel nos llevó a la Silla del rey donde se veía con claridad la formación del travertino.
Nos trasladamos a Santa Ana la Real donde íbamos a realizar la ruta “El Bosque de las Letras”. Salimos de Santa Ana y pasamos por alcornocales y castañares y siguiendo un hermoso bosque de galería llegamos al Bosque de las Letras, donde hay poemas en algunos árboles y un hermoso depósito para intercambiar libros.
Ya solo nos quedaba la comida y volver para Cádiz, pero en el camino hicimos un alto en la Destilería Martes Santo, donde degustamos algunos licores que nos ayudó a echar una cabezadita en el autobús.
Como valoración de la actividad hay que destacar:
Al grupo de participantes que ha sabido crear un ambiente agradable, alegre, muy interesado en las explicaciones que nos han dado y acogiendo a los nuevos con cariño.
A Salvador y Lola que han completado con sus conocimientos las explicaciones de los guías.
Y a Daniel, María y Pablo que han realizado un magnífico trabajo y que han sabido transmitirnos siempre el cariño por esta sierra y sus habitantes, e incluso por los que ya no están.
!Qué pechá de aprender!