El pasado 8 de Octubre un grupo de socios de Agajudo realizó una visita a Medina Sidonia. Nuestra ruta empezó en la Puerta del Sol, llamada así porque está orientada hacia la salida del sol. Nuestro guía, Adrían, apodado “el niño”, se presentó y caminando llegamos hasta nuestro primer punto arqueológico. En el Castillo, una fina llovizna nos dio la bienvenida impidiendo disfrutar de las magníficas vistas. Pero con gran arte y gracia, Adrián nos deleitó con las explicaciones sobre la historia del castillo, desde sus orígenes romanos hasta nuestros días. El castillo se alza majestuoso sobre una alto, y en días claros se pueden divisar todos los pueblos de los alrededores.
Nuestro siguiente punto de visita fue el Museo Etnográfico. Todos disfrutamos viendo el cacharreo de nuestros abuelos y padres. Pero el grupo puso especial atención en la recreación de un aula con pupitres de madera, y en la tienda-droguería-ferretería. Fue una visita muy entrañable recordando utensilios de nuestra niñez.
Debido a un problema eléctrico, no pudimos visitar el museo arqueológico y las cloacas. Y finalizamos la mañana en la calzada romana que se encuentra en los bajos de un edificio. Un tramo en un estado magnifico de conservación de la calzada se salvó y se puso en valor, debido a la intervención del ayuntamiento y el buen hacer del constructor.
Y después de tanto paseo, un ratito de tiempo libre que aprovechamos para comprar el pan típico de Medina y los ricos dulces tan tentadores.
El grupo se reunió nuevamente para el almuerzo en el Bar Cádiz. Un almuerzo que nos permitió descansar de la dura mañana de ruta, charlar y hacer nuevas amistades.
Y para terminar la jornada turística, nos desplazamos en bus a la Ermita de los Santos Mártires, a los pies de Medina. May, amablemente, nos abrió la ermita solo para nosotros y nos recreó con las explicaciones del edificio. La iglesia, de origen visigodo y que pertenece al obispado, se encuentra en un estado de abandono, así como los lienzos y estatuas del mismo. Pero, a pesar de ello, destaca su belleza. Tras subir algunos a la torre, nos despedimos de Medina y regresamos a nuestros lugares de origen.