Entre los días 3 y 7 de noviembre hemos realizado nuestro viaje senderista a La Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas. Ha sido una experiencia inolvidable combinando convivencia, naturaleza, historia y arte en un entorno de enorme belleza. Hemos recorrido algunos de los parajes más emblemáticos del Parque Natural, disfrutando de su espectacular biodiversidad y del enorme patrimonio cultural que atesora la comarca.
Alojados en el Hotel Villa turística de Cazorla con unas vistas preciosas del pueblo y donde nos han tratado estupendamente, comenzamos nuestra aventura el mismo día de llegada recorriendo el paseo del río Cerezuelo, que serpentea a los pies del casco antiguo de Cazorla. Escuchar el murmullo constante del río mientras ascendíamos entre chopos, huertas y antiguos molinos fue el recibimiento perfecto.
El día 4 nos recogieron en el hotel para transportarnos a la laguna de Valdeazores, en el corazón de la Sierra y realizar una de las rutas más famosas y bellas de la zona: el Río Borosa. Durante cerca de 3 horas nos desplazamos en vehículos 4×4 al punto de inicio y lo que se preveía agotador se convirtió en uno de los mayores atractivos del día gracias a los impresionantes paisajes por los que transitamos y al buen hacer de los guías de TURISNAT que, entre explicaciones y bromas, hicieron que se nos pasara el tiempo volando.
Partiendo de la impresionante Laguna de Valdeazores iniciamos el descenso entre paredes de roca permitiéndonos observar gamos, cabras montesas y el vuelo majestuoso de algún buitre leonado. Acompañados por transparentes aguas, caminamos entre una frondosa vegetación de ribera, atravesamos túneles y pasarelas, y sentimos la fuerza del agua en la Cerrada de Elías, un estrecho cañón de roca donde la naturaleza se muestra en toda su grandeza. Finalizamos el día con una comida típica serrana en Coto Ríos, donde no faltaron los andrajos y el rin-ran.
El siguiente día nuestro objetivo era el Pico Cabañas, de 2.027 m de altura y tercera cota del Parque. El sendero resultó mas difícil de lo esperado quedándonos a medio camino, lo que no fue óbice para que disfrutáramos de los esplendidos paisajes e, incluso, de la excepcional observación de dos quebrantahuesos volando sobre nosotros. Conocimos algunos de los gigantes vegetales más emblemáticos del parque: el Pino de la Entrega, un monumental ejemplar de pino salgareño que impresiona por su porte y antigüedad, denominado así porque bajo su copa hizo entrega de sus poderes y papeles el Guarda forestal mayor del Parque a su sustituto, y los Tejos Milenarios, verdaderos testigos del paso del tiempo. Un día inolvidable cargado de esfuerzo, belleza y naturaleza.
Las previsiones meteorológicas barruntaban lluvias para el jueves por lo que se decidió modificar los planes para evitar adentrarnos en lugares peligrosos con lluvia y sin posible cobijo. Visitamos el Santuario y Monasterio de Tíscar, enclavado en un paraje de extraordinaria belleza, entre montañas y fuentes naturales y la Cueva del Agua, situada a sus pies, que añade un toque de misterio y encanto al conjunto. Desde el mirador, las vistas del valle son impresionantes. A continuación nos dirigimos a Quesada para visitar los museos del pintor Zabaleta y de Miguel Hernández. El Museo, en un edificio moderno y acogedor, acoge la original obra pictórica de Rafael Zabaleta, llena de color, fuerza y autenticidad y la exposición dedicada a Miguel Hernández a partir del legado de su esposa, natural de Quesada, y sus herederos, invitando a recuperar la vida y la poesía del célebre poeta. Por la tarde paseamos guiados por Juan Ginés por la Villa de Cazorla visitando la espectacular Bóveda del Río Cerezuelo. Se trata de una sorprendente construcción subterránea del siglo XVI que cubre el cauce del río a su paso bajo la plaza de Santa María, permitiendo levantar sobre él la majestuosa Iglesia de Santa María. Visitamos, asimismo, el Centro Temático Frondosa Naturaleza, espacio divulgativo dedicado a mostrar la extraordinaria riqueza natural del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el mayor espacio protegido de España.
Antes de iniciar el viaje de vuelta a Cádiz, el viernes 7 tuvimos la oportunidad de visitar la Almazara de la cooperativa de Cazorla incluyendo una interesante cata de aceites de la Sierra guiados por Laura, de OLEOTUR CAZORLA.
Ya de regreso, disfrutamos de una visita guiada a la Bella ciudad de Úbeda así como de una excelente comida en el restaurante Antique donde fuimos sorprendidos por exquisitos platos combinando productos tradicionales de esas tierras con modernas técnicas y presentaciones que lograron sorprendernos a todos.
Como conclusión de nuestro viaje senderista a la Sierra de Cazorla, nos quedamos con la sensación de haber vivido una experiencia plena, en la que la naturaleza, la historia y la convivencia se entrelazaron de manera perfecta. A lo largo de los caminos compartimos risas, esfuerzos y silencios ante paisajes que nos dejaron sin aliento. Entre montañas, ríos y bosques, descubrimos no solo la belleza de un entorno único, sino también la alegría de caminar juntos, apoyarnos y celebrar cada meta alcanzada.

