Entre el veintisiete de noviembre y el uno de diciembre, un grupo de casi cincuenta personas de Agajudo hemos visitado parte de la provincia de Almería.
Los dos primeros días nos centramos en la capital donde, además de conocer los monumentos característicos de cualquier ciudad (catedral, convento de las Puras, Alcazaba,…), hicimos la visita al «Cable Inglés», declarado «Bien de Interés Cultural», en 1998, desde el que contemplamos unas vistas únicas, de la capital, desde el mar, en contraposición a las vistas, desde tierra a dentro, de la Alcazaba.
Otra visita singular en Almería fue la de los refugios subterráneos, construidos durante la Guerra Civil Española, para albergar a los cuarenta mil habitantes de la capital de Almería, en esa época. Es una construcción única, en su género, en todo el país, de más de cuatro km, de los que pudimos recorrer un kilómetro, aproximadamente, acondicionado para visitas turísticas. Finalizando el recorrido también pudimos ver un espacio acondicionado como quirófano para atender a los heridos de guerra e incluso utilizado como sala de partos.
También fue muy llamativa la visita al Mercado Central de Abastos, ubicado en el centro histórico de Almería, próximo a la puerta Purchena. En el magnífico edificio que lo alberga, de finales del siglo XIX, exponente de la arquitectura del hierro, pudimos ver los productos característicos de los invernaderos del poniente almeriense, así como los procedentes de sus barcos pesqueros.
Durante el tercer día, de nuestro viaje, conocimos algunos parajes del desierto de Tabernas y visitamos el típico pueblo de Mojácar para finalizar con la visita al Cabo de Gata, coincidiendo con una magnífica puesta de sol.
El día siguiente visitamos la «Geoda Gigante» de Pulpí, la mayor del mundo. Este admirable regalo de la naturaleza, se encuentra en el interior de «La Mina Rica», por la que recorrimos unos 600 metros de galerías mientras nos explicaban cómo era el trabajo en esta mina. Finalizamos la jornada con una visita al castillo de Cuevas del Almanzora y nos despedimos de nuestra magnífica y entrañable guía, Mari Ángeles, que nos acompañó durante estos cuatro días de visitas.
En el último día nos trasladamos hasta la Sierra de Los Filabres, para visitar el observatorio de Calar Alto. Allí nos recibió Javier, la persona encargada de divulgar todo lo que se hace desde este importante observatorio astronómico. Tras su clara y fascinante explicación, nos dirigimos a conocer el enclave donde se ubican los diferentes telescopios y visitamos, el mayor de ellos, el que tiene una lente de 3,5 metros de diámetro.
En resumen, fue una visita en la que se alternó el conocimiento del patrimonio cultural, con visitas singulares que nos ofrece Almería.
También destacar el grato ambiente que reinó durante estos cinco días de convivencia, en el grupo.
Día 27.-
Día 28.-
Día 29.-
Día 30.- Fotos de Amelia
Fotos de Julio.-