SENDERO “BOSQUE ENCANTADO- MIRADOR AL BOYAR” en Benamahoma
El viernes 1 de marzo de 2024, un grupo de 33 socios y socias realizaron el sendero del “Bosque Encantado” conocido en la zona como LOS LAURELES. En esta ocasión fuimos guiados por nuestro compañero Curro Calero.
Preciosa ruta circular entre los Llanos del Campo, el “Bosque Encantado” de los laureles, Mirador al Valle del Boyar y los Llanos del Berral. En pleno Parque Natural de la Sierra de Grazalema.
Comenzamos en el área recreativa de los Llanos del Campo para ascender por el sendero del Tesorillo que cruza un bosque de encinas, quejigos y vegetación mediterránea hasta llegar a las ruinas de la Casa del Tesorillo (construcción rural abandonada). Luego visitamos la fuente del Tesorillo ubicada junto al arroyo Descansadero.
Continuamos subiendo entre exuberante vegetación por el antiguo Cordel de Arcos de la Frontera, que conserva buenos tramos empedrados.
Atravesamos la carretera y accedimos a la Pista del Boyar. Caminamos por el carril hasta el Pilar del Granadillo, seguimos un buen trecho en dirección al Campo de las Encinas. Allí Contemplamos desde arriba el Rancho de las Cabrerizas, rodeado siempre de ganado vigilado por perros. Poco más adelante nos encontramos unas buenas vistas a la Sierra del Pinar y el Puerto del Boyar.
Seguimos por la pista y descendiendo por un estrecho sendero hacia la zona de Los Laureles, una de las más bonitas del recorrido. Atravesamos un bonito prado con charcas, y nos sumergimos en el «Bosque Encantado» de Los Laureles, situado en la cara norte del Cerro de Las Cuevas. Allí, los viejos quejigos y las rocas cubiertos de musgo crean escenarios de cuentos mágicos. Continuamos por este frondoso bosque hasta el Mirador al Valle del Boyar, donde disfrutamos de unas panorámicas magníficas a la Sierra del Pinar, el Valle y el Puerto del Boyar, la Sierra del Endrinal, el Coargazal y el Jauletas.
Continuamos nuestro camino y a la vista del Rancho de las Cabrerizas enlazamos con el Sendero del Ahijadero donde vimos el enorme tronco de un Quejigo singular, que necesita a cuatro personas para rodearlo.
Hicimos un breve descanso para reponer fuerzas y continuamos por el camino a la Lagunilla de los Alacranes. Atravesando su precioso prado, descendimos entre bellos ejemplares de quejigos y encinas a los Llanos del Berral y cerramos esta bonita ruta en los Llanos del Campo donde nos esperaba el autobús, con nuestra conductora Mari Carmen, para llevarnos hasta Benamahoma donde disfrutamos de un magnífico arroz en el bar restaurante González.
Nos gustaría destacar el magnífico ambiente entre los participantes y el día climatológico tan maravilloso que tuvimos.