Del 3 al 11 de mayo un grupo de 52 personas hemos realizado un viaje a Alsacia y Selva Negra, acompañados de Dani y Leti como guías del grupo para todo el recorrido, además de los diferentes guías locales que nos han enseñado cada uno de los lugares que hemos visitado.
Los primeros días del viaje los hemos dedicado a conocer la región de Alsacia. Estrasburgo, la ciudad principal de esta región, donde nos hemos alojado, ha sido una ciudad que ha estado unas veces bajo el control de Francia y otras de Alemania, lo que le ha conferido una idiosincrasia muy especial a todos los niveles. En la visita que realizamos a su casco antiguo, nos llamó la atención la espectacular fachada de la catedral. También descubrimos grandes edificios de la ciudad mediante un paseo en barco por los canales que la surcan. Por la tarde, hicimos una visita al edificio del Parlamento Europeo, lo que nos hizo percibir más cercana esta institución comunitaria.
También subimos al Monte de Santa Odilia, en el macizo de los Vosgos, para ver el monasterio de Santa Odilia, con su iglesia Neogótica dedicada a San Pedro y San Pablo, que es patrona de la ciudad de Obernai, que visitamos a continuación. Por la tarde, subimos a ver el castillo de Haut Koenigsbourg, el más visitado de todos los castillos franceses.
El lunes, día 6, hicimos una visita por cuatro localidades de la ruta del vino y, en Ribeauville, visitamos la bodega de Louis Sipp, en la que realizamos una cata de seis vinos blancos, porque la uva que se da por esos lugares, la riesling, es la más adecuada para este tipo de vinos.
Durante el mismo día, estuvimos en otras tres localidades: Riquewhir, Colmar y Euguisheim. Todas con las típicas casas multicolores, con estructura de madera entrelazada, vista en la fachada, muy conocidas por sus mercadillos navideños.
Para la segunda parte del viaje nos trasladamos a Friburgo, nuestra ciudad de alojamiento para conocer la Selva Negra alemana. De camino, disfrutamos de un día de paisajes magníficos tanto con las cascadas del río Gutah, en Triberg, como con el lago Titisse. En Triberg, además estuvimos en “La casa de los 1000 relojes de cuco”, de todos los tamaños, diseños y precios. En Titisse, degustamos la “auténtica” tarta Selva Negra.
Además de Friburgo, conocimos Schiltahe, Gengenbach, Baden Baden y Heidelberg, que fue la última localidad que visitamos y de la que recordaremos su imponente castillo con un magnífico palacio renacentista, al que accedimos mediante un funicular.
Durante este viaje hemos conocido y disfrutado de nuevos paisajes, cultura, gastronomía,… también hemos mantenido un agradable ambiente como grupo, donde, además del reencuentro, hemos conocido a nuevas personas que se han incorporado a Agajudo más recientemente, así como Leti y Dani, que no solo han cumplido con su papel, magníficamente, de atender cualquier necesidad surgida en el grupo, sino que se integraron con el mismo durante todo el viaje y también sentimos su despedida, al finalizarlo.
Fotos del viaje.