Esta ha sido la repetición de la visita que realizamos en Abril y que muchos de nuestros socios no pudieron disfrutar.
Comenzamos la visita con un estupendo desayuno en Casa Pengue. Después nos acercamos a las ruinas de lo que fue el Convento de los Jerónimos, donde José Antonio fue explicando los pormenores de la historia de esta orden.
De las ruinas de San Jerónimos nos fuimos al de las Clarisas, pero este está restaurado y convertido en el IES El Convento.
Continuamos nuestra visita con el Castillo desde cuya terraza se divisaba un precioso panorama del pueblo y del pantano. De allí pasamos a visitar el palacio anexo donde pudimos disfrutar del hermoso patio así como de los jardines y de la Logia renancetista.
Cruzamos la plaza y nos recibió para entrar en la Parroquia de Santo Domingo y en la puerta nos recibió el párroco. Seguidamente Alberto nos ilustró con claridad y cariño todas las obras de arte que conserva esta iglesia.
Ya era hora de comer, pero antes de llegar al Embarcadero, paramos para degustar unos sabrosísimos chicharrones. Finalmente llegamos al restaurante donde recuperamos con creces las fuerzas gastadas.
Una vez concluida la comida, los mas “jartibles” bajamos a ver los nacimientos de aguas sulfurosas y ferruginosas, así como unos baños que podrían datarse de época romana.
Desde la orilla del pantano nos dispusimos a subir hasta llegar al Calvario, José Antonio continuó explicando cada calle, cruz o detalle con los que nos cruzábamos. Ya casi corriendo fuimos a visitar la Casa Ordóñez y la Ermita de la Resurreción.
Casi de noche llegamos al autobús con el tiempo justo para realizar la vuelta.
La satisfacción era general. Para muchos sorpresa y para todos agradecimiento por la amabilidad y cariño de nuestros anfitriones y demás personas con los que hemos pasado un día maravilloso.
Esperemos poder compartir con Asunción, Juan y José Antonio otras actividades que podamos realizar en Bornos.
Fotos de Manolo Cubero
Encantado de haber conocido el arte y la cultura de este pueblo de Bornos por el que tantas veces pase pero nunca me decidí a entrar.
Especialmente quiero agradecer a los anfitriones y guías sus desvelos porque todo se desarrollara tan fantásticamente.
Finalmente, manifestar lo orgulloso que me siento del patrimonio cultural y paisajístico que tenemos en nuestra provincia de Cádiz y que poco a poco vamos conociendo gracias a la asociación gaditana de jubilados docentes y su junta directiva que nos organiza estos desplazamientos.